Dr. Renny Yagosesky
El Liderazgo, visto en su óptica constructiva, es la capacidad o la habilidad de ejercer influencia sobre ciertas personas, con la finalidad de que colaboren voluntariamente en la gestación de ciertos cambios en determinada realidad.
Aunque muchos quieren ser líderes, no todos pueden serlo, al menos no en escalas mayores a su familia o grupos pequeños. O no durante el tiempo y con la intensidad que quisieran.
Debe entenderse que el liderazgo no es cosa simple. Desarrollar la influencia sobre otros, impone considerar algunos factores, sin los cuales tal influencia no puede concretarse.
Diremos, para ser más precisos, que el liderazgo es a la vez: visión, pasión, acción y relación. Y debemos agregar que esos factores pueden activarse, que el liderazgo puede despertarse.
Decimos que el liderazgo es visión, porque nadie puede llegar ni llevar a otros a un lugar que no se sabe dónde queda. Los líderes intuyen una realidad nueva y mejorada, la ven en su mente, se mueven hacia ella y estimulan o impulsan a gente cercana o relacionada hacia ese nuevo y mejorado nivel de realidad.
El liderazgo también es acción, porque el cambio va más allá del anhelo mental, de la teoría o del plan. Debe consolidarse en el universo de lo real, de lo práctico, de lo fáctico. Es la trilogía de: objetivo, plan y acción. Esa es la ruta fundamental de todo logro.
Agreguemos que liderazgo también es pasión, porque sin ese combustible sagrado, sin la fuerza vital del entusiasmo, no es posible rebasar la flojera o saltar el muro de los hábitos. La acción apasionada no solo conduce al logro con mayor facilitad sino que es ampliamente contagiosa.
Y afirmamos que el liderazgo es relación, ya que sin el concurso de la gente, del equipo, de los seguidores o colaboradores poco o nada puede hacerse. Decía Ken Blanchard que “hemos sido diseñados para vivir en equipo.” Y la verdad es que solos tenemos límites. Para trascender no se puede ser solo un cactus en medio de un desierto. El apoyo motivado, integrado y preferiblemente experto, nos hace mejores y nos permite lograr mucho más. El líder influye desde el vínculo, insuflando ánimo y mostrando congruencia.
Es así como se dibuja la colorida ruta del liderazgo inspirador, ese que emociona que impulsa, ese que apoya y logra, ese que nos lleva a colaborar con las etas, desde el fondo mismo de nuestro corazón. Gracias por leerme.