Cuando hablamos de diálogo interno, nos referimos al flujo de miles de pensamientos y reflexiones que tenemos internamente a lo largo del día. Este proceso mental puede ser tanto un aliado como un enemigo y es uno de los recursos psicológicos más poderosas que poseemos para ayudarnos a vivir mejor y a definir y gestionar los procesos de toma de decisiones, solución de problemas y cambio personal.
Con frecuencia, subestimamos la importancia de las conversaciones que mantenemos con nosotros mismos. Sin embargo, este diálogo es una vía de acceso a los reinos más profundos de la mente que suelen quedar fuera de la consciencia, a causa del ritmo de vida afanoso y los múltiples asuntos que día a día demandan nuestra atención. Esa conversación de “Yo con Yo”, tiene el poder de impactar las emociones y forjar la aparición de hábitos no siempre positivos, que terminan por influir en la manera como percibimos el mundo y en nuestra capacidad para enfrentar los desafíos de la vida.
Cuando el acto de hablar con nosotros mismos es auto flagelante e hipercrítico, deriva en estrés emocional y suele tener repercusiones lamentables en el terreno de la salud física y mental, pues ya se han establecido correlaciones entre la mentalidad negativa y los episodios de estrés, ansiedad y depresión. Con razón decía Goethe que “lo peor que puede sucederle a un hombre es pensar mal de sí mismo”.
Por el contrario, un diálogo interno constructivo, tiene el poder de incrementar la auto consciencia y la auto motivación, agentes favorables en el logro de nuestras metas. También nos permite establecer metas claras y realistas, visualizar el futuro que deseamos y a crear un plan para alcanzarlo. Puede ser el detonante de la motivación, así como el trampolín que nos brinde el impulso necesario para enfrentar desafíos, superar obstáculos y promover un ambiente interno que nos acerque a la felicidad.
Uno de los aspectos más importantes de esta práctica mayormente inconsciente, es la capacidad de aceptarnos tal como somos y ejercer un reconocimiento honesto de nuestras fortalezas y debilidades, así como establecer límites saludables en nuestras interacciones con los demás. Gestionar este proceso resulta fundamental para explorar nuestras emociones, deseos y temores, así como para identificar patrones mentales limitantes, a fin de desafiarlos y transformarlos en oportunidades de crecimiento personal. Además, mantener un diálogo interno consciente, nos permite identificar esas voces negativas y cuestionarlas, para abrir una puerta hacia una comprensión más profunda de nuestro funcionamiento.
Conviene que aprovechemos esta peculiar capacidad meta-cognitiva, que seamos vigilantes, para evitar convertirnos en nuestros peores críticos. La negatividad o la severidad en los juicios es una forma común de auto sabotaje en muchas personas y vernos con ojos de juez puede ser un poderoso impedimento para avanzar.
Habla contigo, hazlo de manera consciente y amable, para que esa interacción íntima y personal sea favorable en todas las áreas de tu vida: salud, trabajo y relaciones interpersonales. Piensa que hasta tu último día estarás ahí contigo y para ti.
El Dr. Renny Yagosesky es PhD en Psicología, MSc en Ciencias de la Conducta, Lic. en Comunicación social, Conferencista y Escritor