Cada 10 de octubre se celebra un día muy especial: el día de la Salud Mental. Se trata de un día muy especial que ofrece una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de alcanzar y sostener un estado de bienestar psicológico, en el cual pensamientos, emociones y conductas promuevan nuestro bienestar, en un mundo agitado y competitivo que suma cerca de 1.200 millones de personas diagnosticadas con trastornos o alteraciones mentales, de las cuales solo las padecen de ansiedad y/o depresión alcanzan los 600 millones aproximadamente.
Una definición
Conceptualmente, diremos que la Salud Mental es un estado intra e interpersonal, que permite a las personas afrontar los desafíos de la vida, gestionar el estrés y mantener relaciones saludables con su entorno. Ese estado incluye aspectos biológicos, psicológicos y sociales.
Su importancia radica en el profundo impacto que tiene en nuestra calidad de vida. Debemos entender que una buena salud mental mejora nuestro bienestar individual, fortalece nuestras relaciones e incide en nuestra capacidad productiva. – Los Efectos Las personas con una salud mental equilibrada tienden a ser más seguras de sí mismas, más creativas y también más resilientes en tiempos de adversidad. Siendo así, se sabotean menos, pueden lograr metas y disfrutar también de una vida más plena y satisfactoria. Pero aspecto relevante es el efecto de la salud mental en la salud física. Hoy se sabe que los problemas mentales pueden incrementar el riesgo de enfermedades físicas.
Salud Mental en el trabajo
El cuidado de la salud mental en el contexto laboral es fundamental para mantener un entorno que sea productivo y saludable. Esto supone fomentar un ambiente de apoyo y comunicación abierta donde los empleados se sientan valorados y escuchados. Asimismo, se deben equilibrar las responsabilidades laborales con el tiempo de descanso y promover la desconexión en horas no laborales. Se pueden implementar prácticas de bienestar, como sesiones de mindfulness, ejercicio o asesoramiento psicológico, que se sabe que reducen el estrés y la ansiedad. No debemos olvidar que se debe aliviar la sobrecarga laboral con apoyo de equipo y delegación efectiva de tareas. Y se debe promover una cultura de reconocimiento y empatía, que resultan dos variables relevantes en la protección de la salud mental.
Algunas recomendaciones
Para lograr una buena salud mental es necesario aprender modos de prevención y de afrontamiento que eviten el desarrollo de alteraciones psicológicas y conductas des adaptativas.
– Estilo de vida
Podemos elegir mantener un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación equilibrada y sana (no acidificante), practicar ejercicio regularmente y descansar al menos de 7 a 8 horas cada día. Podemos apoyar estas precauciones con técnicas de relajación, visualización y meditación, y agregar un foco atencional Positivo, buscando el lado bueno de cada día. También es posible vigilar la mente para que no nos esclavice con la negatividad, perdonar los agravios, superar el resentimiento y agregar un poco de humor a nuestros días.
Hay dos aspectos muy importantes para la sanación emocional: tener un sentido de propósito que nos anime a levantarnos cada mañana a dar lo mejor. Y establecer conexiones sociales significativas y sólidas. Mantener relaciones con amigos y familiares proporciona un sistema de apoyo que puede ayudar a prevenir y enfrentar momentos difíciles. Tener gente con la cual poder hablar de nuestras emociones y experiencias, contribuye a crear un entorno favorable para nuestro bienestar mental.
– Buscar ayuda.
Y si estas decisiones personales no logran llevarnos al nivel de satisfacción y equilibrio deseado, es necesario buscar la ayuda en profesionales capacitados. Si el sufrimiento es frecuente o intenso, si hay confusión sobre cómo retomar el equilibrio y el bienestar emocional, no dude en acudir a un especialista. Siempre es mejor prevenir.
– Quitar estigmas.
Es muy importante en días como hoy ayudar a superar los estigmas que hacen ver a las personas con problemas mentales como inferiores o dignos de lastima, cuando la verdad es que la altísima mayoría de esas alteraciones son tratables y curables. Más bien debemos aprender de ellos y estimular el diálogo abierto en familias, escuelas y empresas para ser preventivos y mejor la calidad emocional de los ambientes en los cuales interactuamos. Finalmente, valoremos y cuidemos nuestra salud mental y la de los seres queridos. Recordemos que nuestro sufrimiento como padres, jefes o maestros, puede dejar una huella emocional en aquellos que nos rodean.
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El Dr. Renny Yagosesky es Ph.D en Psicología, Conferencista y Escritor